
Luego de catorce meses de trabajo y reformas, reabre sus puertas en pleno corazón de
Madrid -más exactamente en el
Paseo de la Castellana- uno de los establecimientos hoteleros más emblemáticos y tradicionales de la ciudad. Se trata del
Hotel Villa Magna, un prestigioso alojamiento cuyas instalaciones han sido remodeladas conservando gran parte de los elementos originales del inmueble.
Tanto la planificación de reforma integral como la ejecución de la obra han estado a cargo del estudio de arquitectura
Aguirre Newman y se ha necesitado de una suma que ronda los
150 millones de euros para llevar a cabo el proyecto, que incluye, además de una profunda modernización la puesta al día con la normativa anti-incendios.

El
interior de la vieja estructura fue completamente demolido con excepción de los suelos de cada planta y la fachada y los detalles que más llaman la atención son la creación e instalación de un área exclusiva de
baños turcos y el lobby central de doble altura del lobby central, además de haberse sacrificado treinta de las 180 antiguas habitaciones para dar paso a
150 suites más amplias, luminosas y elegantes, provistas de lujo y buen gusto.
También sobresalen las
puertas y
encimeras que anteriormente formaban parte del viejo edificio y la instalación de un depósito de agua en su parte superior destinado a la tarea de riego de los jardines.

Un lugar especial está reservado para la
gastronomía, donde el clásico restaurante
Tse Yang continúa -al igual que hace varias décadas- ofreciendo lo mejor de la
cocina oriental con un menú que permanece intacto incluyendo sus platos más famosos y exquisitos.
Debido a su estrátegica y exclusiva
ubicación que lo pone a pocos metros de históricos monumentos, museos internacionales y diversas boutiques, restaurantes y tiendas, el
Hotel Villa Magna se convierte en un lugar de referencia en
Madrid.
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