México es sin dudas un paraíso para los amantes de la aventura, la naturaleza, la apacible calma de un atardecer en la playa o la bulliciosa actividad de sus gigantescas urbes. Pero sin dudarlo, quien se precie de ser "romántico" debe poner sus pies - y su corazón - al menos una vez, en alguno de los cientos de exquisitos rincones de su extenso territorio.

Piscinas "infinite", pétalos de flores formando figuras sobre las mantas autóctonas de deliciosa confección, exóticas flores y aves, pequeños fanales que iluminan la tarde mágica del Pacífico Mexicano, música suave, alta cocina gourmet, tratamientos ancestrales en inolvidables sesiones de spa con vista al mar... ¿puedes pedir más?
Todas las habitaciones del hotel poseen vista al mar. Sus exclusivas suites cuentan con piscinas privadas en sus terrazas, jacuzzis, servicios de altísima calidad hotelera y detalles de buen gusto que convierten a La Casa que Canta en una de las máximas atracciones de la región.

Si estás buscando opciones para tu luna de miel (ofrecen progamas especiales), o simplemente buscas escaparte algunos días con tu pareja... si reunes una importante suma de dinero, dispones de algo más de una semana y no tienes niños (o puedes dejarlos en casa), no dudes en visitar La Casa que Canta para descubrir un sitio muy parecido al paraíso.
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